El que suscribe, según dicen.
No está bonito
eso de que haga el paripé de crear el blog y no escriba quién soy. A mí escribir sobre mí no me gusta nada, soy de
esos que dicen que para describirse así mismo hay que guiarse por lo que
piensan aquellos que están cerca de ti.
Dicen que nací
hace 21 años, en un hospital malagueño, según mi partida de nacimiento.
Decidieron que mi nombre fuese Alberto, el cual acompañaría en el Libro de
Familia a Torres y Faber. No, no son mis hermanos, son mis apellidos, cuyo
honor tengo de llevarlos conmigo. Nada del otro mundo, otro niño recién nacido
igual de feo, eso también me lo han dicho. Conforme supe que las piernas
servían para andar, la lengua para hablar y esas cosillas que todos aprendemos,
cambiaron los pareceres y decían que era un apuesto rubio de ojos marrones,
rellenito, pero apuesto. Esos primeros descubrimientos los hice en territorio
alhaurino, no, el de la cárcel no, el otro, Alhaurín el Grande, a medio camino
entre Málaga y Marbella. Y en mi tierra es donde pudieron comprobar mis padres
que odiaba la guardería con todo mi alma, me negaba en rotundo a ir a esa
cárcel sin rejas, no había derecho alguno, me faltó ponerme en huelga de
respirar para ya afianzar mi inicio reivindicativo. Porque dicen que más que
reivindicativo era cabezón. Por suerte, encauzaron mis padres mi cabezonería
(creo). Cuando ese rubio rechoncho pasó a ser un chicuelo y dio el estirón, ya
me paseaba por los pasillos de la escuela primaria, con gusto además, como
decían mis maestros. En el ecuador de la primaria mi vida dio un vuelco, aun
recuerdo cuando bromeaban con que en el año 2.000 se acababa el mundo, quizás
esos que lo decían no andaban muy mal encaminados. Pero no por ello la varita
de metal que me guió de pequeño, como si de un arbolito se tratase, dejaría de
hacerlo. Así pues, según las notas, pude pasar a la secundaria. Ese chicuelo
rubio pasó a ser un joven desgarbado, ya sí que me quitaron lo de apuesto. El
instituto que me acogió, al igual que mi colegio de primaria, eran públicos, y
esto sí que lo digo yo, a mucha honra. No hay nada como la educación pública
para aprender lecciones de vida. Tuve la oportunidad de cursar un año en un
instituto concertado. Si, sólo un año, volví corriendo a mi instituto, público.
Ahí es donde pude cruzarme con un elenco de estupendos profesores, no por ello
menos cañeros, todo hay que decirlo. Un punto de inflexión para mí fue la
asignatura de historia, lo que podía leer en el libro, en los textos y hasta en
la wikipedia, pero incluso aprendí más del propio profesor, Jesús, lecciones
que aun hoy me marcan. Igual que con Rosa, profesora de Lengua y Literatura; cómo
odiaba la literatura, qué pesada era conmigo, (y con todos ciertamente), pero, ¡que
pesadez más fructífera! A los dos, gracias.
Por fin, la
universidad, tres años ya cursando Ciencias Políticas y de la Administración,
en una universidad pública, por supuesto. Granada es la ciudad que me acuna en
mis sueños universitarios. Excepto este año, que tengo la suerte de vivir en
otra gran ciudad, Heidelberg, al sur de Alemania. Ambas ciudades y sus
lecciones de vida que he podido atravesar en cada una de ellas me han llegado a
hacer mella también.
Mi familia,
mis amigos, la educación pública, Alhaurín, Málaga, Granada y Heidelberg son
los que me han confeccionado, y son los que me han hecho escribir, y escribir…
Así que, ¡paro ya!
"Los obstáculos son esas cosas
que las personas ven cuando dejan de mirar sus metas."
Pitágoras
¡Y ahí es donde se quedó lo de apuesto!
Pues sí, una buena descripción de ti mismo para que se entienda porqué eres hoy la persona que eres, aunque te guste tan poco hacerlo jaja
ResponderEliminarGloria
Gracias Glorieta! Vosotros lo haríais mejor que yo seguro...
EliminarOhhhhhhhhhhh! qué bonito Alberto! Y vamos, en lo de feo tienes toda la razón vaya jajajaja Y bueno, debido a nuestras diferencias en la personalidad, eso de que escribir de uno mismo no te gusta... jajaja Pero vaya, que es lo que has acabado haciendo ;)
ResponderEliminarImportante punto señalar nuestras diferencias en la personalidad!! A pesar de eso, se que te ha gustado
EliminarHola Alberto mi nombre es Elisabeth Ramírez Pérez y llevo buscandome en tu texto 10 minutos pero no me encuentro, ¿dónde estoy? AHH!!! en ¿amigos? Como no! decir otro término sería totalmente erroneo ....jajaja
ResponderEliminarSolo quería dar un toque de humor y ahora sí, decirte que maravillosa idea ésta del blog que espero que te vaya muy bien por aquí y que ésto te sirva como inicio del camino hacia tus objetivos, loque si podemos decir ya es que !El barco va viento en popa!
Enhorabuena y ¡suerte!
Un abrazo
Aun sin poner el nombre te hubiese reconocido, amiga.
ResponderEliminarComo bien dices, la cosa va viento en popa! Poco a poco iremos avanzando para poder llegar a nuestras metas.
Por descontado queda que cuento con un artículo tuyo.
Por cierto, me hace gracia tu despedida, otro abrazo para ti, alma cándida.
Te faltó poner algo sobre tus buenas notas en matemáticas! Jesús Martín
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