Oda a la locura
Dicen que soñar despierto es cosa de ingenuos, que cuando lo haces sólo te rondan "pajaritos" por tu cabeza, hasta tal punto que te nublan la mente. A mi, me encantan esos pequeños colibríes que revolotean sin cesar dentro de mi sien. El día que dejen de batir sus frágiles pero fuertes alas creeré haber muerto. Intento a toda costa fortaleces mis "pajaritos" mientras estoy en constante vela, porque cuando caen rendidos mis párpados, las pesadillas y los pesares corren cual felino detrás de mis colibríes. Quiero pensar que no estoy fuera de mis cabales al tener tanto ajetreo mental, más propio de una pajarería que de una cabeza. Por eso, intento convencerme de que sin soñadores el mundo no sería como hoy lo es, desde el primer ser humano que creyó en el fuego como una útil herramienta hasta grandes ornitólogos como Rosa Parks, Martin Luther King, Gandhi o Nelson Mandela. Nombres conocidos y otros que no necesariamente tienen que serlo deben de servirnos de guías e...